Según Google, calcar se define como "Sacar copia de un dibujo o un texto escrito reproduciendo su contorno sobre un papel o una tela transparente que se ponen encima". El calco digital entonces sería la acción similar pero utilizando capas en un software de edición de imágenes.
Desde pequeño me ha gustado calcar cosas, me sentía todo un artista cuando lograba calcar los personajes de mis libros de cuentos, mi mamá en particular me presumía con la familia diciendo que era muy bueno para dibujar (la realidad es que solo sabía repasar las líneas que los artistas ya habían creado). Como me gustaría volver a esos días y poder pasar horas con mis hojas de papel cebolla y mis colores mapita, me gustaría contar que nunca lo deje de hacer y que hoy en día soy un reconocido artista, pero la realidad dista mucho de esta idea.
Actualmente tengo 32 años, estudié ingeniería eléctrica e incluso obtuve un grado de maestro en ciencias en ingeniería eléctrica y aunque me desempeñé en mi profesión por varios años, hoy me siento perdido en este mundo adulto, lleno de obligaciones.
¿Alguna vez te has preguntado si eres realmente feliz haciendo lo que haces? Yo no me lo preguntaba a menudo, solo dejaba que la vida siguiera su curso día a día, sin reflexionar, sin dudar, sin vivir. Es interesante como hay sucesos que nos cambian para siempre, en mi caso, fueron una serie de acontecimientos los que me obligaron a hacer una pausa y fue hasta que me detuve que pude sentir todo lo que me faltaba; en particular, puedo decir que de lo que más carecía era de amor y el más importante de todos era el amor propio, increíblemente me había dejado llevar por la corriente y esta había ahogado muchas de las aficiones que algún día me hicieron feliz.
Hoy puedo decir que ya di el primer paso, me di cuenta del problema y como buen ingeniero ahora es momento de encontrar la mejor solución, se puede decir que de esa idea nació sandink, empezó como un emprendimiento, pero hoy se convirtió en un espacio en el que puedo desarrollar todas esas cosas que alguna vez me gustaron. Me da orgullo decir que he vuelto a calcar, aunque esta vez en lugar de usar papel cebolla y colores mapita utilizó fotografías y herramientas digitales como inkscape y gimp. Se que no tienen la calidad de un artista profesional, pero disfruté cada minuto de hacerlas y además gracias a este emprendimiento pude plasmarlas en playeras, tazas, termos y más productos, lo que me hace aún estar más contento con mis proyectos.
No estoy seguro de lo que me deparará el destino, pero estoy seguro de que disfrutaré descubriéndolo, pues hoy he vuelto a conectar con esas cosas que algún día me hicieron feliz.
¿Te has sentido así? Cuentanos, estoy seguro que somos muchos los que nos hemos desviado de lo que nos hace felices.
Desde pequeño me ha gustado calcar cosas, me sentía todo un artista cuando lograba calcar los personajes de mis libros de cuentos, mi mamá en particular me presumía con la familia diciendo que era muy bueno para dibujar (la realidad es que solo sabía repasar las líneas que los artistas ya habían creado). Como me gustaría volver a esos días y poder pasar horas con mis hojas de papel cebolla y mis colores mapita, me gustaría contar que nunca lo deje de hacer y que hoy en día soy un reconocido artista, pero la realidad dista mucho de esta idea.
Actualmente tengo 32 años, estudié ingeniería eléctrica e incluso obtuve un grado de maestro en ciencias en ingeniería eléctrica y aunque me desempeñé en mi profesión por varios años, hoy me siento perdido en este mundo adulto, lleno de obligaciones.
¿Alguna vez te has preguntado si eres realmente feliz haciendo lo que haces? Yo no me lo preguntaba a menudo, solo dejaba que la vida siguiera su curso día a día, sin reflexionar, sin dudar, sin vivir. Es interesante como hay sucesos que nos cambian para siempre, en mi caso, fueron una serie de acontecimientos los que me obligaron a hacer una pausa y fue hasta que me detuve que pude sentir todo lo que me faltaba; en particular, puedo decir que de lo que más carecía era de amor y el más importante de todos era el amor propio, increíblemente me había dejado llevar por la corriente y esta había ahogado muchas de las aficiones que algún día me hicieron feliz.
Hoy puedo decir que ya di el primer paso, me di cuenta del problema y como buen ingeniero ahora es momento de encontrar la mejor solución, se puede decir que de esa idea nació sandink, empezó como un emprendimiento, pero hoy se convirtió en un espacio en el que puedo desarrollar todas esas cosas que alguna vez me gustaron. Me da orgullo decir que he vuelto a calcar, aunque esta vez en lugar de usar papel cebolla y colores mapita utilizó fotografías y herramientas digitales como inkscape y gimp. Se que no tienen la calidad de un artista profesional, pero disfruté cada minuto de hacerlas y además gracias a este emprendimiento pude plasmarlas en playeras, tazas, termos y más productos, lo que me hace aún estar más contento con mis proyectos.
No estoy seguro de lo que me deparará el destino, pero estoy seguro de que disfrutaré descubriéndolo, pues hoy he vuelto a conectar con esas cosas que algún día me hicieron feliz.
¿Te has sentido así? Cuentanos, estoy seguro que somos muchos los que nos hemos desviado de lo que nos hace felices.